Saturday, August 25, 2007

Suena


Por estos días de exámenes e intenso frío; se escuchan por el departamento de calle Moreno estos discos:


Ernesto Jodos & Hernán Merlo (A pesar de diablo)

Raúl Carnota (Fin de siglo)

Silvio Rodriguez en Chile (casualmente un recital del 3 de marzo de este año)

Pedro Aznar & David Lebón (en vivo en el ND Ateneo)

Miles Davis & John Coltrane

Stevie Ray Vaughan (Greatest Hits)

Eduardo Mateo & Rubén Rada (Botija de mi país)

Suna Rocha (Memoria del sonido)

Beto Satragni (Ecológico)

Flavio & Mandinga Project (Supersaund 2012)

Edelmiro Molinari y la Galletita

The Nuff Brothers (Tuesday night at the Metropolitan cafe)

Ruth Cameron (Road House)

Joe Lovano (Tenor legazy)

Irakere (Tierra en trance)

Jeff Beck (Live in Tokio)

La National Film Chamber Orchestra (con mono Fontana, Kabusacki, Franov, y otros)



entre otros que siguen sonando...

Sunday, August 19, 2007

Después de Pedro...

Después de aguantarnos casi 40 minutos al bodriazo del Coelacanto, nos quisieron correr del salón con la excusa de acomodar unos asientos y butacas, pero resistimos los embates de esos pseudo organizadores, entre los que ví caras conocidas y no sabía que se dedicaban a dicha actividad.
Gracias a Dios, nos volvimos a ubicar en la fila 3, a unos 10 mts. del escenario. Muchisima gente, unas 400 personas si no me quedo corto.
A continuación llegó Pedro, solitario con su guitarra, y se mandó con “Lina de luto”, muy buen comienzo para un recital.
Lo raro de este concierto es que había sólo un músico con su guitarra frente a tantas personas. Las dos canciones que siguieron fueron la gloria para sus fans: “Tu amor”, de su repertorio junto a Charly García (canción reconocible ya desde los entrecortados rasgueos de guitarra del comienzo) y el romanticón (en el buen sentido) “A primera vista”, que casi se podría decir que es más conocida por la versión de Aznar que por la de su autor original, Chico César.
Después siguió “Fotos de Tokyo”, que en versión acústica me gusta mucho más que la versión original del álbum del mismo nombre.
Luego interpretó “A un gato”, un poema de Borges musicalizado por Aznar en 1999, en ocasión del centenario del escritor argentino, pero debo decir que, de ese proyecto de musicalización de poemas, yo hubiese preferido que tocase algo como “Buenos Aires” (nadie puede contra la frase “No nos une el amor sino el espanto, será por eso que la quiero tanto”).
El tema siguiente fue “Después de todo el tiempo”, bello pero un poco largo para mi gusto.
Luego una sorpresa en el repertorio: Amelia, de la gran Joni Mitchell. Esto fue grandioso para mí porque estoy re-descubriendo la música de Joni Mitchell y ese tema en especial, que tiene una de las líneas de bajo más acogedoras que se hayan creado, pero no estoy muy seguro de que al público en general le haya fascinado este tema (la Mitchell no es muy “masiva” en la Argentina).
Pedro le rindió homenaje al fallecido baterista Oscar Moro (compañero suyo desde los tiempos de Serú Girán) interpretando un tema de Los Gatos (banda primigenia argentina donde también tocó Moro) que, según dijo, fue uno de los primeros rocks en castellano que escuchó en su vida: “El rey lloró”.
Entonces Pedro anunció una seguidilla de seis temas que formarán parte de su próximo disco, todos covers de canciones que él ama y que le “enseñaron” sobre el arte de escribir canciones.
A continuación se escuchó una intro de guitarra que hizo aplaudir a todos los que la reconocieron, y los que no lo hicieron al instante sí aplaudieron cuando se escuchó el primer verso y resultó evidente qué canción era: “I was dreaming of the past…”.
Sí, era “Jealous guy”, el enésimo cover de John Lennon que hace Aznar.
Y después de un tema de un ex beatle, ¿qué podía sonar? Efectivamente, un tema de los Rolling Stones.
Otra intro de guitarra inconfundible y otra canción romanticona en el mejor sentido: “Angie”. Después vino una en castellano: “Credulidad”, de Pescado Rabioso (indudablemente el mejor momento de la tarde).
Luego Pedro volvió al inglés para un tema de otro fallecido ex beatle: la gloriosa “Isn’t it a pity” de George Harrison, versionada en castellano. La seguidilla de covers de su próximo álbum finalizó con la cereza que faltaba: “Confesiones de invierno” de Sui Géneris.
Tomó su bajo eléctrico e hizo “Amor de juventud” del disco Mudras, canciones de a dos y luego otra de las sorpresas de la tarde: “Yo tengo tantos hermanos” de Atahualpa Yupanqui.
Luego, Aznar pasó al destornillador, y no, por enésima vez, no me refiero a la bebida, sino a la herramienta, que utiliza para tocar el bajo en “Muñequitos de papel”, un tema sombrío que le da pie para exhibir su maestría habitual en ese instrumento.
Al terminar, Pedro se fue del escenario y, para los primeros bises, se mandó con uno de los temas que escribió dentro de Serú Girán: “A cada hombre, a cada mujer”, que suele usar para terminar sus shows. Efectivamente, Pedro se fue, pero regresó para el último bis, otro cover de John Lennon que sería la última de las 20 canciones de la noche: “Love is real”.
Algún malintencionado podría acusar a Aznar de complaciente con su público, ya que los covers que eligió son fácilmente reconocibles y “masivos”, pero, como él mismo dijo, son las canciones con las que creció, las que siempre quiso tocar. De todos modos, lo que hace este repertorio de covers es confirmar que la relevancia de Pedro Aznar no es la que tiene como compositor, sino como instrumentista y cantante (su increíble y elástica voz es uno de los secretos a voces de la música argentina).
Esto no quiere decir que no haya escrito buenas canciones, pero, dentro del total de su obra como solista, las composiciones propias ocupan bastante menos de la mitad, sobre todo desde que en los últimos años sacó álbums casi íntegramente dedicados al folclore argentino y a la música brasilera.
Pero, más allá de si interpreta temas propios o ajenos, nada de eso habla de su calidad como prodigador de emociones: en eso, que es lo que realmente importa, es un grande.
Bueno, hasta acá el recital, facturas de Nuria y mates después, te debo las fotos y el audio porque me voy a ver Sicko, porque son las casi las dos de la matina y aún no le envié a Cin la foto de la hamaca.

Pedro Aznar, 19 de Agosto. Plaza Seca




Persona (1966, I. Bergman), Un perro andaluz (Buñuel), Los crímenes del Dr. Mabuse (Fritz Lang), El séptimo sello( I. Bergman), Farenheit 451 (F. Truffaut), Metrópolis (Fritz Lang), son las últimas películas que bajé y de a poco las voy viendo; sobre todo la de anoche, Farenheit 451 que ya me voy a tomar unos renglones para hacer mi humilde apreciación.




Tarde gris en Rosario, lluvia, desolación total, debido a que mañana es feriado y por ende no quedo ni el churro de la Smart acá en la esquina.
Sin embargo, en un rato parto para el Patio de la madera a la feria del libro, ya que a las 16 hs toca Pedro Aznar.
Me pregunto si va a interpretar temas de su último disco (el particular Aznar canta Brasil), con joyitas como Rosa de Hiroshima, Alcira y la torre, Faro de los ahogados, Mi Gurí y el mejor que es La Paz (su dulce melodía, la voz de Pedro, para escucharla muchísimas veces).
Si uno intenta explicarle a alguien a que suena la Samba, nada mejor que poner el tema Para que discutir con Madame, dicho sea de paso, es una interpretación en que parece hecha por un brasilero, aprobado el portugués de Pedro. Aunque en Dindi del disco dos canta en inglés, también sale muy bien parado, (ya lo habíamos escuchado en laburos anteriores como Julia, Across the Universe, etc).
También tiene su veta de temas medios flojos como Quereres, Polichinela, Faca afilada y Continuidad de los parques, pero en línea general, está muy bien el trabajo de Aznar.
Cabe remarcar que se trata de un álbum doble y en vivo.
De cualquier manera no descubro nada diciendo que es uno de los más grandes artistas del país, portador de una impresionante, inefable e impecable voz.
Sus canciones transportan, la ejecución del bajo y las guitarras tienen un toque y sonido propio y perceptible.
Admirable artista, voy para el recital ya mismo!! Mi tercera vez escuchándolo en vivo y ojalá sean muchas más.

Wednesday, August 15, 2007

Zamba pa´l negro Fontanarrosa

Lo peor de la gira, según declararon los dos, fue enterarse de la muerte de Fontanarrosa, a la distancia lejana, en Rosario. Y ambos hicieron público su dolor. "Era un gran escritor, un humorista, un tipo grande del que me acuerdo cada día", dijo Serrat.
Y Sabina, por su parte, arriesgó: "Fontanarrosa no es tan conocido en España porque aún no se sabe que es más divertido que Harry Potter".
La relación entre estos hombres grandes se cultivó desde ambos lados del Atlántico, con pequeños gestos para delatar sentimientos profundos. Curiosamente, uno de los últimos dibujos de Fontanarrosa son esos dos pájaros que aparecen identificando la gira.El logo fue un encargo de Serrat y Sabina, que visitaron al rosarino unos meses atrás. Fontanarrosa, a pesar de la enfermedad que lo mantenía alejado de su oficio, hizo un esfuerzo y les envió por mail un boceto que puede interpretarse como un cuervo bicéfalo o a dos pájaros siameses, ideal para reflejar el espíritu de la gira que unió a los españoles. Más tarde, el Negro retocó como pudo, su dibujo.
Y lo dejó como herencia. "Nosotros somos en realidad los pájaros de Fontanarrosa", dijo Sabina al enterarse de su muerte.

Y para rematar...................


Zamba pal Negro Fontanarrosa (Rosarino Universal) (JOAQUÍN SABINA)

Lo peor de la cosanostra es el chau de Fontanarrosa.
Primos al Palau San Jordi del noisensa renegau.
Ni vengo ni voy ni firmo recetas de ayer para hoy,
porque, sin Mendieta, Boogie el aceitoso parece un poetalírico y leproso
y su pobre viuda una osa sin oso ni fosa
¿quién duda, Pereyra Inodoro,
de la bronca muda del pibe del coro
que desface entuertos sin hallar tesoro?
¿Cómo que estás muerto?
Mientras en Rosario Central,
che, Roberto,un clon de Romario
te brinde un golcito canalla
y sicario que muere por Fito,
por vos, por Olmedo, por mi Juan Carlitos Baglietto,
me quedo y me voy con Guevara,
compadrito en pedo,cholo tarahumara,
tronco de un Quevedo que escribe y dispara.


Joaquín Sabina, Rosario, misterios dolorosos,agosto 2007

Friday, August 10, 2007

Mbira


"Las sonoridades reflejan una variedad fresca de instrumentos tanto antiguos como modernos. El mbira, es mejor conocido en los círculos occidentales como el piano de pulgares o de mano.

Sin embargo, eso no nos explica en su totalidad la función del instrumento. Mbira es tanto el nombre del instrumento como de la mística música que produce. El mbira es más un médium que un instrumento. En la tradición Shona de Zimbabwe, los músicos de mbira representan a los hombres sabios de la cultura; sus interpretaciones a menudo sirven para fines espirituales.

Según la tradición shona, el mbira tiene una amplia variedad de utilidades, desde traer lluvia en las épocas de sequía a través de los espíritus, hasta proveer cualidades generales como la paz o la fuerza espiritual. Usualmente tocan en grupos que incluyen al menos 2 mbiras, un hosho y al menos un cantante. Los instrumentalistas generalmente también cantan. Estas grabaciones originalmente aparecieron décadas atrás (1971), pero han sido remasterizadas y lanzadas nuevamente.

El disco final es una interesante fusión de la música Shona del mbira con otros estilos. Dumisani Maraire (el líder) en mbira y voces, Nkosana Maraire en hosho (shaker) y voces, y Shukuti Chiora en voces.

La letra de las piezas son a menudo bastante vagas, desde una oración a una frase o a una simple palabra. La perfección vocal es en sentido general irrelevante, ya que priman la espiritualidad y transparencia emocional.

El mbira mantiene un ritmo constante a través de cada canción, presentado en motivos cortos que forman ciclos que se repiten conformando armonías simples, pero muy profundas.
Durante el periodo colonial de Zimbabwe, el mbira sufrió un descenso de popularidad, debido en parte a la creencia de los misioneros de que el mbira era el demonio. Después de la independencia en 1980, el instrumento y la música que produce volvieron a recuperar su popularidad"

Esperando el disco del dueto


Existen proyectos musicales, los cuales ni bien se forman, ya generan la expectativa de ver que es lo que pueden aportar, como van a sonar, que temas van a interpretar, si va ser un fiasco o no.

En este caso tenemos a un dúo que se las trae, hablamos de Bela Fleck y de Chick Corea. No solo por sus proyectos personales anteriores, sino por este disco que acaban de sacar y que no llegó todavía por las bateas locales.

Como no tuve oportunidad de escucharlo, subo el comentario del mismo que publicó la página especializada en jazz, http://www.elintruso.com/.


A principios de la década del ’90, Fleck invitó a Corea a participar en un par de sus discos. El pianista retribuyó la gentileza (una década y media después) convocándolo a participar en Rendezvous in New York.Es decir... se conocen.Bastante.
Debemos aclarar que The Enchantment es realmente un disco hecho a dúo.

No hay sobregrabaciones, ni pistas, ni nada que no sean los dos instrumentos. Afortunadamente, cada uno se dedica al suyo.

El pianista aporta 4 composiciones y Fleck seis. La restante es una versión de Brazil, de Ary Barroso y Sidney Russell.

También quiero comentarles que no esperaba uno de esos discos en los que se inventara nada. Imaginé un álbum en el que dos tipos que se respetan y mucho entre sí, se juntarían a tocar por placer. Y por algunos dineros también. Pero a priori la unión, que hace la fuerza, no parece aquí forzada.Ambos son músicos prestigiosos, virtuosos, exitosos. Y en estos casos también cabe esperarse lo peor.O la gloria.
Sin mirar los créditos, es fácilmente reconocible la pluma del pianista en Señorita. Hasta los yeites se le notan. Pero es un buen indicativo de hacia dónde apunta el álbum.

De la misma manera, Spectacle es un “casi western” veloz comandado por su autor, Béla, donde Corea no omite alguna cita... ¡al tema anterior!

El último minuto es de gran belleza sin dejar de lado el jolgorio.Joban Dna Nopia es, después de una generosa intro, una clara muestra de agilidad contenida entre dos virtuosos.

Un gran momento llega con Mountain, con su aire “oriental” (una obviedad tratándose de Corea, perdón...). Una melodía que, les parecerá bizarro, pero me recuerda a Stevie’s Spanking, aquel tema de Frank Zappa dedicado a Steve Vai en Them or Us (aquél que traía “Be in my Video”, ¿recuerdan?).

No obstante, y con las comparaciones arbitrarias de lado, el tema es bellísimo.Un momentazo. Casi un hit single.

Seguimos en ascenso con la versión del clásico del pianista, Children’s Song #6 donde, además, se cita a sí mismo.

Fleck se compromete, Corea se libera y siento que hay un compromiso real en ambos músicos.

A Strange Romance remite a una danza de Europa del Este. Pero es una composición del banjoísta. Con idas, venidas, marchas, contramarchas, aceleraciones y frenadas. Y si bien el camino lo indica Béla Fleck, el pianista se apropia de la canción y la hace momentáneamente suya.

En Menagerie salen a buscar el partido apoyados en la gran defensa que suele ser la mano izquierda de Corea. Acá sí que hacen gala de todo virtuosismo todo. El pianista realiza otra gran intervención y se adivina una bienvenida complicidad entre ambos.

La calma llega con Waltse for Abby. Que, de tan agradable y naif, bien podría no haber estado.

En Brazil aparece cierta tendencia “demostrativa” que no molesta pero poco aporta.

The Enchantment (el tema) brinda uno de los momentos más reflexivos del álbum. Pero no uno de los más interesantes. Pasa. Sin pena, sin gloria, sin dolor, sin éxtasis. Pasa.

El último tema es un clasicazo de Béla Fleck, Sunset Road, que apareciera en el álbum debut de los Flecktones (1990) y en el doble en vivo Live Art.

Desestructurado desde el mismo inicio, la melodía es más sugerida que interpretada. Una suerte de libre variación. Es un muy buen cierre para un disco que suena honesto, independientemente de aciertos y desaciertos.



Señorita, Spectacle, Joban Dna Nopia, Mountain, Children’s Song #6, A Strange Romance, Menagerie, Waltse For Abby, Brazil, The Enchantment, Sunset

Road


Músicos: Chick Corea: piano Béla Fleck: banjo


Concord, 2007

Monday, August 06, 2007

Serán los Fabs Four de Liverpool?











La banda que más tributos, homenajes, y revisiones de sus canciones han recibido por parte de sus pares...




Aparecen ante mi: homenaje de Rubén Rada (Amado John), Hugo y Jaime en el Centenario (All you need is love), los Durabeat (uno de los mejores), el de Blue Note (con Stanley Jordan, Tony Williams, entre otros), el de los cubanos (Here comes.. el son), el chill out, el de las canciones para bebes, el de Rita Lee, el de Luca Colombo, el flaco Spinetta tocando Imagine en el Obelisco en el 90, los Danger Four, los super ratones, a Sting en Chicago Sessions (A day in a life), el de la Royal Philarmonic, el disco de Emmerson Nogueira, el del director de la película Concord Franck Pourcel y cuyo disco mentó Meets The Beatles, el Come together (homenaje reggae, otra portada que subí), y en versión reggae también el Mellow Submarine, el Reloader, con la célebre tapa de Revólver, el disco de John Pizzarelli del año 1999 (el estilo "big-band" aplicado a canciones memorables, que todos tenemos siempre en la cabeza y en el alma, como "Can´t Buy Me Love", "Get Back" o "When I´m 64"), el Songs of the Beatles de Sarah Vaughan de 1981, el de Ann Dyer & No Good Time Fairies, titulado Revolver A new Spin del año 1999, uno de los más raros de este humilde comentario y no podemos olvidarnos del In my life de George Martin, disco que ya voy a explayarme más adelante, en donde desde Jim Carrey, pasando por Bobby Mc Ferrin y otros versionan a los Beatles.


Otro que es destacable es el de Connie Evingson llamado Let It Be Jazz y del año 2003, realmente Connie canta como los dioses pero además no le tiene ningún miedo a nada. ¿Te imaginás "From Me to You" en tempo de bossa, "When I´m 64" con ritmo de tango y una "Blackbird" cargadísima de swing? Por momentos mucha big band, por momentos muchísimas cuerdas con arreglos majestuosos, por momentos aparecen las bellísimas, sempiternas melodias de los Beatles con total transparencia, en otros segmentos la cosa es irreconocible pero no menos bellísima.


Hay uno en especial en el cual quería reparar: El disco se llama Celebration of the songs of the Beatles; yo no lo conocía, ni siquiera tenía datos de él. Se trata de una compilación que hizo en 1995 la discográfica GRP reuniendo a sus mejores artistas para un disco tributo a los Beatles.


Y aparecen así, entre otros, una versión espectacular de George Benson arremetiendo con "A Long and Winding Road", una juvenil Diana Krall dándole languidez y glamour jazzero a "And I Love Her", McCoy Tyner se encarga de "She´s Leaving Home", un brioso, bien latino Arturo Sandoval reformulando por completo "Blackbird", un Chick Corea con "Eleanor Rigby", un jocoso Ramsey Lewis con "Michelle", todo en el mismo disco... un "Yesterday" por Dave Grusin capaz de hacernoslo escuchar por enésima vez. También están los Spyro Gyra, la banda que a Daniel Emilio Rodriguez le genera tanta curiosidad.




Thursday, August 02, 2007

Claudia Puyó. Las que cantan



Escuchar a las damas del rock nacional cada tanto tiene ese sabor del endulzamiento de la voz femenina.


En este caso, los discos son de Claudia Puyó, la voz de Temperley (o por ahi, de algún lugar del conurbano es), la que nos deja esos discazos como Del Oeste y Cuando te vi partir (donde saca chapa de grande en la versión spinetteana de como el viento voy a ver).
Acá hay una buena ocasión para ir a verla, agradezco la invitación al mail, pero es un poco lejos...
Y me olvidaba que el invitado es Ariel Leyra, todo un referente del rock de Paéz de los ochenta.


LAS QUE CANTAN

Vengo a decir que en los rincones
más difíciles del planeta están cantando las mujeres
con su voz de pueblo escarmentado,
se supone que vociferan
para morir un poco menos.

Sólo el dolor, la fiebre, el odio,el desafío y la desgracia,
sólo una luz inofensiva cantan las mujeres que cantan.
Fadistas de Portugal,enlutadísimas de España
inclinadas segando siegan espirales de rabia y queja,
liquidan su ración de sueño con furiosa maternidad.

Coyas, princesas miserables de una América de arpillera,
queman ancestro alcoholizado en lamentos como cuchilladas.
Hay que dejarse herir, amar su llanto y comprobar cómo la tierra busca su desolados huesos.

Brujas, pálidas de Oriente lustradas hechiceras de África
custodias de padecimientos, celebrantes de la miseria
que lamentan inútilmente fatalidades ordenadas por dioses vanos y hombres crueles.

Les asignaron sed avática, desesperada obligación,
y ellas amenazan morir en repertorios de quejido,
de belleza perdonadora.
Sólo vengo a decir que cantan
y que el mundo no se arrepiente de sus gargantas infernales,
de sus corazones prohibidos.
Sólo vengo a decir que acaso nos están echando la culpa


Maria Elena Walsh de “Los Poemas”