Domingo bien temprano, 7 a.m. y recontradesvelado; arranco este día entre café negro y el vhs que dejé sobre la mesa antes de acostarme anoche.
La película de Cronenberg (Director canadiense, de entre otras La Mosca, Crash, de las que ví y otras que aún no pude ver como Dead Ringers y Spider), como tiene en sus primeros 45 minutos la intro de la historia (que si bien su título es una historia de violencia), y por ello de entrada debe reparar unas secuencias en presentarnos a los personajes, al pueblo, la cafetería, etc, se hacen sumamente tediosos y bucólicos.
Es situándonos cerca de casi una hora de argumento, cuando supuestamente comienza esta historia violenta, en la que dos "ruteros" ingresan a robar a una cafetería y le exigen a Tom (Viggo Mortensen) que además de servirles café, les dé la suma de dinero que tiene la caja del negocio. Tom se los carga encima y los mata.
De allí, la película levanta un poco de vuelo, ya que ingresa en la misma el gran Ed Harris, protagonizando a un gangster que sigue de cerca a Tom y a su flia, anoticiado de que Tom "limpio" a los asaltantes y su accionar es intimarlos en un par de escenas, léase shopping, calles del pueblo y demás.
Se sugiere todo el tiempo, fundamentalmente lo hace Harris, que Tom es otro sujeto, de Filadelfia, ex mafioso y asesino. Es esto último ni más ni menos que el cónclave y la idea central del filme.
Una vez que se saca de encima a Harris y los suyos, Tom va por más y se dirige a la costa este en busca del generador de toda esta violencia, que no es otro que su hno, protagonizado por William Hurt. También lo despacha, se limpia las manos con sangre en el lago de la mansión de éste y regresa a casa a cenar con su flia.
Estoy cansado de ver esas historias de los héroes que regresan a sus hogares despúes de una agitada noche de asesinatos y sangre, y acarician a sus hijos como si nada hubiese ocurrido, poniendo fin al guión.
Eso es toda la película, una narración excesivamente simplista, trillada, anodina, bodriazo total, y para los críticos que dicen que tiene un suspenso innato, una sexualidad descomunal en las dos escenas de intimidad de Tom y su mujer (María Bello), etc, es sólo porque justifican los diez mangos que gastaron en aburrirse una hora y media en el cine... vamos muchaaachooooos!!!!
En definitiva, te la recomiendo para un sábado de lluvia, preferentemente después de almorzar.
